12 junio 2009

El regreso de Perú:

Cada gira es una experiencia única; cada vez que nos aventuramos en pos de lo que queremos, nos encontramos con algo tan particular como irrepetible. Perú, nos ha llenado de tantas experiencias hermosas como de enseñanzas. Así mismo, pasamos un susto grande que eventualmente generó que el camino de regreso fuese un poco más difícil de lo que esperábamos….

Llegamos a Perú 30 de abril. El escenario principal del Fiteca celebró el día internacional de la danza con una interesante muestra del talento peruano en este arte. Nosotros fuimos recibidos en el aeropuerto por los muchachos del comité de bienvenida, que nos llevaron hasta Comas; ahí conocimos a los muchachos de “La gran marcha de los muñecones” (responsables del festival), junto con todas las demás personas que lo hacen posible. Luego conocimos a la que sería nuestra familia durante una semana: mamá Luisa, papá Alejandro, Eli, Mariana y Alexa. ¡Excelentes personas todos, que nos hicieron sentir como en casa, y a quienes les debemos un enorme agradecimiento!

Al día siguiente, pudimos ser parte del característico pasacalle que da inicio a esta gran fiesta y ahí compartir con grupos de todas partes del Perú y de otras nacionalidades que, como nosotros, llegaron a aportar su talento a este importante encuentro. Recorrimos durante tres horas las calles de Comas, haciendo cintas y bailando al son que tocaban los diferentes grupos musicales que se hicieron presentes. Llevando siempre nuestra bandera y recordándoles a todos que Costa Rica también posee talento de exportación.


Tuvimos oportunidad de platicar con colegas teatreros de diferentes tendencias y apreciar su trabajo, como sucedió principalmente con el grupo Pumaskalla de Chiclayo; quienes además nos dieron nuestra primera clase de zancos un día antes de partir a Cusco. Ellos, son un grupo con más de doce años de hacer teatro de calle en Perú. Su enfoque teatral-circense y su calidad humana, nos motivó al acercamiento que, para el próximo año, deseamos ensanchar.

Compartimos además con colegas de Uruguay, Argentina, Canadá, México, Bolivia, Suiza y Colombia, para quienes Fiteca significa algo muy importante. Luego de compartir este festival con ellos, comprendemos por qué y nos sumamos a su sentimiento, pues ya es un compromiso adquirido el volver para el 2010.

Nuestra participación en el escenario principal de Fiteca se vio adornada por la presencia de alrededor de 3 mil personas que se congregaron, tanto ese día como los demás que duró el festival a apreciar el trabajo de los artistas participantes. Ellos nos recibieron con una ola y nos despidieron con un enorme aplauso. ¡Gracias a toda esta hermosa comunidad!

Al día siguiente de nuestra función en Comas, nos esperaba una más importante en San Juan de Lurigancho; pues allí, tuvimos la oportunidad de compartir y mostrar nuestro trabajo a decenas de presos políticos en la prisión Castro-Castro. Ellos nos recibieron como hermanos y nos explicaron las bases de su movimiento y el por qué de la lucha que los tiene actualmente tras las rejas. Nosotros quedamos sorprendidos ante la realidad política tan dura que les ha tocado vivir en pro de defender sus derechos y nos sumamos a su causa desde la distancia; mientras que quedamos más que agradecidos de saber que en nuestro país, nuestra realidad política no llega a esos niveles de represión.

Luego de esta segunda función, nos enrumbamos hacia Cusco. Hicimos un primer viaje de Lima hacia Arequipa. Ahí conocimos un poco de la ciudad: fuimos al mercado, la plaza de armas, recorrimos calles y avenidas, para ya en la noche abandonar la ciudad con rumbo a Cusco. Fue en este trayecto donde nos sobrevino lo inesperado: “Me empezó un dolor en la boca del estómago, que luego se extendió por todo el vientre. Era un dolor tan intenso que no importaba como me moviese o tratara de acomodarme, igual continuaba. En el bus, me dieron una pastilla para el dolor; el chofer se detuvo en el camino para que me comprasen un mate, un suero o alguna cosa que me aliviara, pero el dolor era tan fuerte que cuando llegamos al primer pueblo (que resultó se Sicuani) nos bajaron para que yo fuese al hospital a ser atendido” recuerda Diego.

Diego fue operado la madrugada del 8 de mayo. Le realizaron una laparoscopía exploratoria con apendisectomía y estuvo internado hasta el lunes 11. Dichosamente, la operación fue menos complicada de lo que se pensaba inicialmente, pues se pensaba que tenía un caso de peritonitis. Iba incluso a ser transferido al Hospital Central de Cusco para que le realizaran más exámenes por una posible esplenomegalia (inflamación del baso).

Nos encontramos muy agradecidos con el personal del hospital de Sicuani por todas sus atenciones. A los doctores, enfermeras y demás funcionarios que nos dieron una mano en este predicamento, queremos extenderles nuestro más sincero agradecimiento. Así mismo, a todos nuestros amigos que estuvieron al pendiente de la situación e hicieron todo lo que estuvo a su alcance para ayudarnos.



Nos resultó bastante trabajoso el regresar a casa, pues la salida del hospital la otorgaron 2 días después de solicitada por motivo de la celebración del día de la madre el domingo 10; luego, saliendo de Sicuani a Cusco la microbús que nos transportaba chocó con una bicicleta de transporte público, y cuando estábamos a punto de viajar de Cusco a Lima, fuimos devueltos en el aeropuerto por los empleados de LAN, ya que “supuestamente”, un pasajero no puede hacer un viaje en avión con menos de 7 días de operado.

De todo lo que vivimos en Perú, lo único que nos dejó una mala impresión fue la empresa LAN, que para peores, no es ni peruana, sino chilena. Su “política interna” es contradictoria y peor aún, no esta clara entre sus empleados. En el counter del aeropuerto nos indicaron que debíamos esperar 7 días para viajar (dada la reciente operación de Diego) y en sus oficinas nos dijeron que 10. Debimos hacer un trámite administrativo (llenar un formulario de ellos con los datos médicos) que debimos enviar a Sicuani (a dos horas de Cusco) para que fuera llenado por el médico responsable de la operación; luego, debimos presentarlo en las oficinas para que se nos permitiera viajar y el médico de la empresa sin haber siquiera hablado con nosotros, simplemente nos negó la posibilidad de viajar hasta pasados los supuestos 10 días.

Por más que recurrimos al consulado de Costa Rica en Perú, e insistimos por todas las vías posibles, no recibimos de ellos más que una negativa. Les solicitamos devolvernos nuestro dinero para poder viajar por otra aerolínea (que tal como averiguamos, no requerían para dejarnos volar más que la autorización médica que ya teníamos) pero se negaron también. Al cabo de los dos días iniciales que nos habían hecho esperar y haciendo caso omiso de su negativa, fuimos al aeropuerto, presentamos nuestros documentos y pudimos viajar sin problemas, dado el total desconocimiento del asunto por parte de lo empleados del counter en el aeropuerto.

Lo único que podemos opinar de esta aerolínea es que no tiene coherencia interna dentro de sus líneas, dado que la información variaba de un lugar al otro; así mismo, se rigen por “códigos internos” que pisotean los derechos de los pasajeros y no respetan sus necesidades. En dos ocasiones que estuvimos en sus oficinas, encontramos cuatro casos de pasajeros extremadamente molestos, con respuestas aireadas… ¡eso nos deja mucho que desear de dicha empresa! En resumen, recomendamos ¡NO VIAJAR CON LAN!

Al regresar a Lima, fuimos a recoger nuestras cosas y pudimos compartir un momento más con nuestra familia peruana. Mamá Luisa nos recibió con almuerzo y repartimos abrazos, deseosos de regresar pronto. Luego, Paty y Jorge de “La gran marcha”, nos recibieron en el local, nos ayudaron a cargar con todo y nos llevaron hasta el aeropuerto. De ahí, tomamos el vuelo que nos devolvería a Tiquicia llenos de historias de esta aventura en tierras incas.

Nos encontramos más que agradecidos con los responsables y colaboradores del FITECA y con toda la comunidad de Comas por sus atenciones, su calor humano, su cariño y empeño en hacernos pasar una hermosa experiencia en su tierra. Así mismo, admiramos el carácter de todos ellos para realizar este festival y cambiarle el semblante a una comunidad que siempre se ha visto como marginada; y por hacer con este festival algo tan importante para la escena artística internacional, que debe ser imitado por muchas comunidades en todas partes del mundo.



¡¡¡Adelante FITECA!!!

San José, Costa Rica. Junio de 2009

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